domingo, 27 de mayo de 2012

Competencias Laborares del Profesional del Futuro

      En la actualidad nuestras sociedades están sufriendo un proceso de cambio constante. La globalización y el rápido avance tecnológico  han hecho que nuestra forma de vida haya cambiado radicalmente en muchos campos.  El sector educativo es sin duda uno de los que están más expuestos al cambio. El perfil de salida de nuestros estudiantes obviamente no es el  mismo requerido en el pasado  ya que vivimos en un contexto  que exige la formación de individuos con habilidades un tanto diferentes.  Si tomamos  en cuenta los criterios externados por los escritores podemos ver como  el profesional del futuro y actual debe caracterizarse por tener la capacidad de socializar, poseer un pensamiento crítico  y desarrollar competencias específicas que le permiten incorporarse eficazmente en el ambiente laboral.
         Primeramente los autores concuerdan en que somos parte de una comunidad, no seres aislados. Es por esto que debemos de desarrollar habilidades  para interactuar unos  con otros. En el ámbito educativo podríamos hablar,  por ejemplo, del trabajo grupal. Esta metodología  es pertinente para desarrollar un sentido de respeto por las opiniones de los demás. Identificarse con la situación de otros nos permite fomentar también  un sentido de solidaridad. Explotar formas de ayudar al entorno,  crecer tomando en cuenta las necesidades de todos y trabajar por  un bien común son características deseadas para un profesional. Además, se deben abrir espacios de comunicación para externar lo negativo y lo positivo. Esto ayudará a crear un ambiente de mayor comprensión entre todos los integrantes del equipo. Gardner, por ejemplo,  se refiere a esto como el desarrollo de una mente respetuosa  y  esto se puede también asociar al factor ético que nos induce a hacer un buen trabajo en todos los campos.
          Seguidamente, los autores concuerdan en que debemos formar profesionales críticos. Individuos  poseedores de conocimiento. Pero este conocimiento no puede quedarse estancado. Debe ser el pilar que le dé la posibilidad al individuo de crear y construir basándose en el conocimiento previo. Es por esto que los autores concuerdan en la resolución de problemas. Los profesionales deben de ser capaces de utilizar el conocimiento y las habilidades aprendidas para mejorar su entorno. Como lo apunta Levy y Murnane “el resolver problemas es un trabajo humano que no lo han sustituido las máquinas”. En el caso de Gardner nos remite a la mente creativa como un tipo de “mente”. Defiende la posición que el profesional debe tener la característica de  “creador”. Es un individuo que  nunca está satisfecho con el conocimiento alcanzado.  Es alguien quien siempre está en busca de un mejoramiento profesional y personal constante.
Además, uno de los aspectos más importantes, es el desarrollar en el individuo las competencias y destrezas necesarias que le permitan desarrollarse bien en el campo laboral. En la actualidad las instituciones educativas no pueden ignorar las necesidades del mercado y el perfil de profesional que necesitan las empresas.  Cheng nos indica  cómo estas competencias deben de ir de la mano con el pensamiento crítico y otras habilidades personales. “ preparar  a  los  jóvenes  para  una  ocupación  en  particular  no  siempre  es  una contribución positiva para su futuro. De nuevo, las capacidades de una persona deben ser versátiles y flexibles a lo largo de su carrera.”  Esto refuerza el aspecto que la educación es un todo. Trabajamos con seres humanos y no podemos crear robots mecanizados.  Debemos fomentar las habilidades que le permitan la individuo desarrollarse así mismo y empoderarlo para sea actor de cambio en su  entorno de una manera positiva. Obviamente, el factor tecnológico viene a revolucionar no sólo la forma de aprender sino que se debe aprender. El uso de herramientas tecnológicas ha hecho que el rol del docente y el estudiante cambien. No podemos seguir con clases magistrales utilizando solamente un pizarrón. El uso de la tecnología abre una gama de posibilidades que los docentes y futuros profesionales debemos explotar.

Finalmente,  si tomamos en cuenta estas características del profesional del futuro podemos ver como las instituciones educativas deben de innovar su curriculum. Este debe de poseer lo necesario para darle al individuo las herramientas  para que pueda enfrentarse a su realidad laborar apropiadamente. La parte del desarrollo crítico le dará la posibilidad de cuestionarse y buscar soluciones a diferentes problemas. Además, debe de saber interactuar con otros de manera respetuosa y efectiva respetando la diversidad. El profesional debe también,   ser promotor del   bien común  lo que hará que tengamos sociedades más solidarias y por ende con mayores posibilidades de desarrollarse en el campo social, económico,  educativo y profesional.


Referencias

Lea Gardner, H. (2005). Las cinco mentes del futuro: Un ensayo educativo. México: Paidos.

Lea Cheng, K. The Postindustrial Workplace and Challenges to Education. (2007). En Marcelo M. Suarez (Ed.), Learning in the global era: International perspectives on globalization and education. Los Angeles, CA: University of California Press. Traducido al español.

Lea Levy, F. y Murnane, R. (2007). How computerized work and globalization shape human skill demands. En Marcelo M. Suarez (Ed.), Learning in the global era: International perspectives on globalization and education. Los Angeles, CA: University of California Press. Traducido al español.

Debemos devolvernos cuando el diagnóstico revela que los estudiantes no poseen los conocimientos previos para lograr los objetivos propuestos?
El quehacer educativo nos lleva a enfrentarnos a una serie de situaciones distintas. Muchas veces nos encontramos con  grupos que no lograron alcanzar los objetivos propuestos en el curso anterior pero que están  ahí esperando iniciar junto a nosotros, los docentes, una nueva etapa de enseñanza- aprendizaje. Qué hacer?
De acuerdo a mi experiencia  depende mucho del curso que se esté dando. Existen algunos cursos en los que creo que es más fácil retomar sobre la marcha los contenidos anteriores o trabajar el desarrollo de habilidades que no se han concretado. Pero en otros casos  existen  cursos en los que  por el  tipo de objetivos a  lograr,  se hace más difícil.  Sin embargo, en cualquiera de las dos situaciones no podemos obviar que estamos formando profesionales. Creo que no logramos nada evadiendo la situación o culpando a los  docentes que no hicieron su trabajo apropiadamente. Personalmente, creo que debemos de buscar algún tipo de plan remedial (dentro de lo posible) para ayudar a los estudiantes. Puede recurrirse, por ejemplo,  a tutores dentro del mismo grupo, asignaciones en grupos o pares donde los estudiantes más avanzados puedan ayudar a los más rezagados. Obviamente, esto implica un mayor trabajo y compromiso por parte del docente quien tendrá que ingeniárselas para lograr que todos los estudiantes tengan al finalizar el curso el mismo perfil de salida.

domingo, 20 de mayo de 2012

Aprender y Educar


Aprender y Educar

El desarrollo de las habilidades humanas está íntimamente ligado al proceso de enseñanza aprendizaje en el que cada individuo está inmerso. En la actualidad es indispensable tomar en cuenta los procesos de cambio tan rápidos que sufren nuestras sociedades para ajustar el currículo en todos los niveles del proceso educativo. El aprender y el educar son conceptos que van y están intrínsecamente ligados.

El aprender tiene que ser un proceso  de explotación de habilidades y conocimiento. Si pensamos por un momento en el rol que jugamos los educadores en la actualidad, la preparación  y  la formación que tengamos o tuvimos van a definir la calidad de profesionales que seamos y la forma cómo vamos a moldear a esos individuos que están en formación.

 Por otro lado, el educar necesita ajustarse al contexto actual que implica cambios constantes principalmente en  el factor tecnológico. Además, debe tomar en cuenta la formación humana y el pensamiento crítico que como educadores debemos incentivar en nuestros estudiantes.

Primeramente como educadores  el concepto de aprender se podría definir como infinito ya que  es una actividad constante. El contexto nos va dictando las pautas necesarias a seguir dependiendo de las necesidades de  nuestros educandos. En la actualidad la tecnología juega un papel protagónico en el quehacer educativo. Debemos de aprovechar sus herramientas para mejorar este  proceso de   enseñanza - aprendizaje Además, la adquisición del conocimiento se facilita con el uso de la tecnología, así,  podemos  y debemos ser en muchos casos autodidactas. Actualmente, podemos obtener el conocimiento en forma más rápida y eficaz.

Por otro lado, sin aprendizaje el concepto de educar no tendría razón de ser. Un individuo que no tenga la preparación suficiente no puede transmitir satisfactoriamente el conocimiento. Debemos formar profesionales capaces de desenvolverse apropiadamente en su entorno pero también no debemos olvidar el factor humano. Si aprendemos a valorarnos como personas con sentimientos y necesidades específicas seremos capaces de transmitir conocimiento pero también de formar profesionales  que practiquen  valores y sean capaces de transformar   su entorno en beneficio de todos. Por otra parte, el docente debe ser un ente facilitador que debe dar las herramientas necesarias para que los discentes exploten sus potenciales y  sean capaces de transformar su entorno.

Educar y aprender dos conceptos que se dicen fácilmente pero que implican un gran esfuerzo y compromiso por parte de los actores del proceso, además es una labor indispensable y necesaria para el desarrollo y mejoramiento de nuestra sociedad.